Si usted está siguiendo una dieta para perder algo de peso, tenga en cuenta que el estrés es un factor importante en el camino que lo llevará al éxito o fracaso de la dieta.
El estrés por la dieta
El estrés acompaña a los cambios en la rutina, sean estos buenos o malos. Nuestro cuerpo y mente se acostumbran a un estado y sacarlos de ese estado provoca tensiones internas que se traducen en estrés.
Cuando comenzamos una dieta, cambiamos nuestro estilo de vida: alimentación, ejercicios físicos, la forma de pensar las comidas. Estos cambios, aunque beneficiosos para su salud y calidad de vida pueden acarrear estrés.
Y el estrés de todos los días
El estrés que produce comenzar una dieta se suma al estrés que tenemos cotidianamente en nuestro trabajo y hogar, que nos lleva al tan común “como por ansiedad”.
Lo que da como resultado un círculo vicioso en el que un aumento del estrés implica un aumento de la comida que ingerimos, de modo que debemos esforzarnos más para seguir la dieta y esto provoca más estrés.
Y las personas bajo estrés son propensas a tomar una actitud derrotista y de autocompasión: comer sin hambre, beber en exceso, fumar, etc.
A esto se suman estudios que indican que las personas estresadas aumentan de peso a mayor velocidad. Cuando una persona se encuentra estresada, la ¨hormona del estrés¨ (cortisol) es secretada en mayor cantidad y provoca la sensación de hambre.
Lo que da como resultado un círculo vicioso en el que un aumento del estrés implica un aumento de la comida que ingerimos, de modo que debemos esforzarnos más para seguir la dieta y esto provoca más estrés.
Y las personas bajo estrés son propensas a tomar una actitud derrotista y de autocompasión: comer sin hambre, beber en exceso, fumar, etc.
A esto se suman estudios que indican que las personas estresadas aumentan de peso a mayor velocidad. Cuando una persona se encuentra estresada, la ¨hormona del estrés¨ (cortisol) es secretada en mayor cantidad y provoca la sensación de hambre.
Control del cortisol
Las técnicas de control del estrés pueden bajar los niveles de cortisol, algo fundamental para llevar una dieta al éxito.
Los ejercicios físicos, además de quemar calorías, elevar el nivel de funcionamiento de nuestro metabolismo y ayudar a mantener nuestra figura, también reducen el nivel de cortisol en la sangre.
Las técnicas de relajación y meditación también ayudan adisminuirlos niveles de cortisol y de estrés.
Y es fundamental estar rodeado de personas que brindan un apoyo emocional y donde poder descargar preocupaciones y ansiedades.
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